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AEREA
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La Empresa

Por la DEFENSA de un PRODUCTO 100% Natural, 100% Ecológico, y 100% en armonía con el medio ambiente. 

Sanvicenteña de tapones, S.L. es una empresa Extremeña que trabaja el producto del corcho, desde hace más de 40 años; periodo durante el cual se han ido forjando las cualidades y técnicas de elaboración del corcho; y que quedan demostradas por nuestras por nuestros clientes a través de la calidad experimentada sobre dichos productos.

Sobre todo, el tapón de uso vitivinícola obtenido a través de nuestros productos demuestra unas calidades necesarias hoy día para los paladares exigentes y experimentados que nos encontramos en el mercado internacional de éste sector.

Nosotros nos encargamos de la “saca del corcho”, de su apilamiento, carga / descarga en camiones, transporte, almacenamiento, selección y clasificación, operación del cocido y realización de tapones, ofreciendo la ventaja que esto tiene, que es el seguimiento constante de la calidad del producto, pues se conoce cada paso del producto, desde que sale del  alcornoque hasta que se envía a la fábrica de tapones. Y por esto, todos nuestros clientes, fabricantes de tapones son conocedores de la cuidada calidad de nuestro corcho.

En relación a nuestros productos, disponemos desde un perfil de corcho selecto para cualquier tapón vitivinícola de selección, hasta “corcho bornizo” para la decoración del Portal de Belén, y ornamentación de jardines.Nuestra materia prima procede principalmente de las dehesas Mediterráneas, principalmente de Extremadura (España), debido a su calidad, este tipo de corcho es el ideal para los productos con mayor rigor en el mercado del consumo alimentario, y en el confort nuestros hábitos. 

No obstante, poseemos materias primas de la mayor parte del Mediterráneo. En la actual lucha contra el deterioro del Medio Ambiente, nuestra empresa trata de respetarlo al máximo, teniendo en cuenta que nuestro proceso de extracción se realiza artesanalmente, mediante hacha y palanca, de tal manera que la corteza interior del alcornoque no resulte dañada. En primer lugar se despoja al árbol de las ramas y arbustos intrusivos a su alrededor, saneando así la zona de “crianza” del árbol, y que además facilitarán la tarea del “sacador”. Tras la extracción del corcho de cada árbol se inspecciona su estado comprobando que se ha dejado en condiciones óptimas de conservación, de manera que si existe alguna zona débil o propensa a sufrir daños se aporta un espumógeno aislador contra

fenómenos climatológicos. Garantizando una vida duradera donde volver a criar su corteza protectora exterior. El transporte en el interior de los montes de difícil acceso se realiza a base de “mulas de carga”, para no destruir la arboleda existente, y conservar el medio natural en su mejor estado medioambiental.